Este adaptador ofrece una resistencia excepcional gracias a su cable trenzado de nailon premium, que asegura durabilidad y evita enredos. Su diseño compacto permite conectar dos adaptadores simultáneamente en un MacBook, optimizando el uso de los puertos. Es importante señalar que este adaptador USB no afecta la señal Wi-Fi.
La simplicidad es clave: solo necesitas conectar el adaptador USB-C a un puerto USB-C y enlazar dispositivos USB-A estándar, como unidades flash o teléfonos móviles (compatible con OTG). La transferencia de datos alcanza velocidades Full USB 3.0 Super Speed, llegando hasta 5 Gbps, lo que es 10 veces más rápido que el USB 2.0, permitiendo mover archivos a dispositivos USB-C en cuestión de segundos.